Se conocieron de pequeños, cuando jugaban al tenis en el club Bartolomé Mitre. Pero a los 14 años ella dejó el deporte blanco y sus caminos se alejaron, hasta que, en 2002, se reencontraron y comenzaron a escribir su historia de amor. El viernes último, el tenista Juan Ignacio Chela (29) y Verónica Luz Alonso (27) formalizaron su relación durante una cálida cere-monia realizada en la parroquia Santa Teresita de Pilar, donde los acompañaron amigos, familiares y casi la totalidad del plantel que jugará la final de la Davis.
A las 21:30, el silencio de la iglesia se irrumpió con aplausos y gritos. Un impecable Chela se acercó al altar junto a los padrinos de la boda, su madre, Felisa (67), su padre, Emir (68), y su suegra, Irma (68). Momentos después, en un Audi A4, conducido por el cuñado de la novia, Lucas Salomone, descendió Verónica y su papá, Alberto (56), quienes comenzaron a desandar la alfombra roja. Con una melodía combinada de “Pompa y circunstancia” y la marcha nupcial, que ejecutó una orquesta en vivo, el cortejo recorrió la senda. El encargado de llevar los anillos fue el sobrino de Juan, Santiago (3), precedido por Guadalupe (4), hija de la mejor amiga de la novia, quien arrojó infinitos pétalos de rosa blanca.
El día del casamiento, Verónica se relajó en el hotel Howard Johnson, de Pilar, donde la maquilló Mauricio Catarain y la peinó Joaquín Parsons. El vestido, de shantung de encaje en seda natural y bordado en cristal, a cargo del diseñador Gino Bogani, fue confeccionado íntegramente a mano y se destacó por el tul de quince metros de largo.
La ceremonia, alegre y distendida, fue presenciada por muchos tenistas del circuito profesional. David Nalbandian asistió con su novia, María Victoria Bosch, Juan Mónaco con Luisana Lopilato, José Acasuso con Agustina Córdova, Guillermo Coria (comentará la final de la Davis por tevé) con la bellísima Carla Francovich, y José Luis Clerc con Gisela Medrano. Además, estuvieron Mariano Zabaleta, Agustín Calleri y el chileno Nicolás Massú. Con el Avemaría, sonando como música de fondo, los novios se juraron amor eterno y los invitados se acercaron a felicitarlos. “Nos conocemos hace mucho con Juan, y Vero es la única novia que le conocí. Estoy muy feliz por él y porque todos los tenistas amigos pudimos estar presentes. Es muy lindo verlos juntos, hacen una excelente pareja”, señaló el tandilense “Pico” Mónaco.